La crítica visión de Mañalich sobre la reforma de salud
El exministro de Salud y hasta hoy gerente general de Clínica Las Condes en una reciente entrevista con Diario Financiero hizo serios reparos al proyecto de ley que moderniza el sistema privado de salud.
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Vuelve a la cartera que gestionó durante la primera administración del presidente Sebastián Piñera. El hasta hoy gerente general de Clínica Las Condes, Jaime Mañalich hace exactamente un mes dio una entrevista a Diario Financiero, donde entregó su visión sobre los cambios que deberían hacerse y criticó duramente el proyecto de ley en materia de salud impulsado por este gobierno.
Tiene una brújula en su oficina. Dice que la mira constantemente y que es una tradición tener uno de estos aparatos en cada una de sus dependencias como una suerte de guía. Fue el ministro que tramitó durante el primer gobierno de Sebastián Piñera la reforma a la salud que incluía cambios al sistema de Isapres y que estuvo a punto de ser despachada por el Parlamento.
Por lo mismo critica que se pretenda ahora “partir de cero desconociendo acuerdos importantes con todos los sectores, que están plasmados en más de 100 páginas avanzadas, que quedó casi listo, seis meses antes del término del primer gobierno del presidente Piñera”. También califica como un inexplicable error de procedimiento el presentar un proyecto nuevo y no indicaciones.
-¿Se debió haber partido de otra manera la reforma a las Isapres?
-Si me paro en base cero, lo primero que haría es aumentar las enfermedades Auge, constituir en Fonasa una cobertura adicional de enfermedades catastróficas y tomar el proyecto que está en la Comisión de Salud del Senado y echarle para adelante, ponerle una indicación sustitutiva. Pero no presentar un proyecto totalmente diferente, que es lo que se hizo, y lógicamente el secretario de la comisión intervino. El Parlamento en sus dos cámaras ya está de acuerdo en que lo que corresponde es generar un plan garantizado de salud, esto es algo que ya se presentó en el primer gobierno, fue aprobado en la Cámara y en la Comisión de Salud del Senado. Entonces este plan garantizado de salud que tiene tarifa única, no un factor u otro elemento, sin discriminación de edad y sexo, esto ya es un dato, no es algo que se pueda desconocer y decir que nunca se discutió, si están las actas, la historia de la ley, se votó y aprobó. Lo segundo es la otra idea matriz, es calcular el IPC de la salud que debe ser entregado al INE, no a un comité de expertos.
-¿Por qué se comete este error y no partir de esos pilares que ya están aprobados?
-Desde el punto de vista de estrategia legislativa lo primero que debió haber hecho el gobierno es haberle dado urgencia al proyecto y obligar a los senadores a retomar la norma de hace cuatro años y sobre eso abrir un periodo de indicaciones. Esa es la forma de aflojar la tuerca de lo que pasó al inicio de la discusión esta semana, de lo contrario estamos en un problema de credibilidad política bastante delicada, del ministro sobre todo. Que no se entienda cómo se legisla es algo delicado.
-¿Hasta qué punto este error en la presentación del proyecto es culpa del ministro? Hay un equipo también detrás de él...
-Aprender cómo funciona el Estado es algo bastante difícil. Me parece que aquí hay un tema de asesoría, porque si lo que se pretende es retomar un proyecto entregado por el Ejecutivo y discutido más de un año en ambas cámaras, y muchas votaciones, si lo único que quedó por votar era si este IPC de la salud era referencial o tope, si eso se hubiera votado esto se hubiera aprobado en el primer gobierno del Presidente Piñera. Pero ahora hay que retomarlo, pero desde dónde estaba.
-¿Si esto es una prioridad del gobierno y del programa, por qué se ha operado de forma tan desprolija?
-Insisto en que hay un acuerdo muy avanzado en el Congreso con estos temas: plan garantizado, tarifa única, lo que hace el consejo técnico, no fijar precios, eso ya está acordado. Me parece que lo lógico es decir, dado que llegamos hasta aquí, démosle urgencia, aclaremos algunos puntos y tenemos el plan garantizado que es el corazón.
-¿Por qué se comete el error en el diseño del proyecto que usted señala?
-Creo que alguien se iluminó de Holanda, de mercados regulados pero en competencia, y dijo mira esta es la papa, traigámoslo para acá, pero nadie revisó lo que había. Decirle a la Comisión de Salud del Senado ‘todo lo que ustedes trabajaron borrón y cuenta nueva’, es algo que es imposible que pase.
Consejo Técnico
-¿Qué le parecen las facultades del Consejo Técnico que tiene dos funciones: evalúa y establece?
-En el proyecto ya votado hay un consejo técnico que dice ‘mira, corresponde que usemos estas técnicas’ y un ente externo, que creo que es el INE u otra entidad, que genera una canasta de IPC, y que esto que ustedes dicen genera un determinado costo, se manda el decreto o no. Pero no puede haber un consejo técnico que esté mirando al mismo tiempo lo que tiene que hacer desde el punto de vista médico y lo que cuesta eso. Son dos temas, al final vamos a terminar de nuevo en la judicialización y no avanzamos nada.
-¿Son muchas las atribuciones que le dan ahora a este consejo?
-Es imposible, este proyecto requiere a nivel de ley y no de reglamentos conclusiones más claras. Miren lo que pasó ya con la Ley de Aborto, que por falta de claridad legislativa terminó en un enredo con el TC, reglamentos del ministerio, porque esto está en el corazón de la ley cómo funciona el consejo, lo que hace, lo que puede o no definir. En este tipo de asuntos de seguridad social las materias sujetas a reglamento tienen que ser mínimas, sino no se resuelve el problema y, al existir vacíos, termina siendo el TC o las cortes de apelaciones las que tienen que entrar a colegislar, porque el legislador no fue claro.
-¿Cómo ve al ministro para el debate legislativo?
-Esperemos que se inicie el debate legislativo primero. Aquí estructuralmente hay una debilidad muy grande y es que todo lo que se generó de reforma al sistema de Salud durante el primer gobierno de Piñera fue elaborado verdaderamente en la superintendencia de salud, yo fui el portavoz, pero todo lo técnico lo hizo la superintendencia que tiene un departamento de estudios muy fuerte. El superintendente que acaba de renunciar transmitía en algunas entrevistas que nunca lo invitaban a ninguna reunión, o sea, la Super de Salud -que es la encargada de decir lo que es correcto y tiene el personal calificado- no ha participado de esto y hoy la situación de esa superintendencia, que debiera ser el soporte técnico de esta discusión, está muy precarizada. No hay superintendente titular y la superintendencia la ocupa por subrogancia la única persona que está por ADP, que es el cuarto o quinto en el orden de jerarquía. La superintendencia es la inteligencia financiera y normativa del sistema de Salud, ese es su rol, entonces, excluirla con toda la capacidad que tiene es un error.
-¿La discusión en el Congreso se puede eternizar y no avanzar la reforma a la salud?
-Tuvimos un mal pie de entrada y efectivamente debe haber un acuerdo político y eso pasa por reconocer lo ya obrado por el parlamento, pero hacer como si esto nunca se hubiera discutido es un error legislativo y un error político.
-¿Le falta más manejo político al ministro?
-Pero tiene muchos asesores que hacen ese nexo, no es un tema de falta de vínculo, si tiene buenas relaciones con Guido Girardi y Rabindranath Quinteros. Creo que hay un problema particular de técnica legislativa y de darle poco mérito a lo avanzado durante el primer gobierno del presidente Piñera. Lo lógico era sacar ese proyecto y eventualmente, dado que han pasado años, efectuar algunas correcciones. No puedo decir, que el INE es el mejor órgano, a lo mejor hay otros, pero no puede ser el Consejo Técnico, debe ser otra instancia diferente que diga, mire, éste es el IPC de la salud.
"La actual oposición es de mala calidad"
-¿Cómo ve el desempeño del gobierno y la baja en las encuestas?
-Durante los tiempos post dictadura, Concertación y hasta el primer gobierno del presidente Piñera se avanzó mucho en civilidad política, con una oposición con quien conversar y avanzar. Hoy tenemos un gobierno de centroderecha y un Parlamento fundamentalmente de oposición, pero esta oposición es de mala calidad, por la irrupción del Frente Amplio y el anarquismo, como concepción política. En ese contexto la centroizquierda, PS y PPD, ha tenido que trabajar para que su electorado no se les escape a la izquierda. Eso no les ha permitido estar en una actitud constructiva que permita el diálogo. Tenemos una situación de viabilidad política en el Parlamento que hace que gobernar sea mucho más complicado y eso paradójicamente depende mucho de una buena reconsolidación del PS, el PPD, DC y el PRSD; si no se forma un eje para conversar acuerdos y ellos siguen muy preocupados frente a las próximas elecciones, subir en las encuestas y tener avances que la gente perciba, se pone muy complicado.
-¿Eso afecta al gobierno o es un problema de la oposición?
-Eso es muy malo, alguna gente del oficialismo señala que esto sería una potencial ventaja, pero es una tremenda desventaja, porque si resulta que un parlamentario vota una iniciativa que le parece buena para Chile y apoya al Ejecutivo lo crucifican, le hacen bullying y lo tratan de traidor, como sucedió con la DC. Es algo muy complejo para todos.
-¿Y el gabinete ya muestra signos de necesitar ajustes?
-El gabinete está bien, por supuesto que hay algunos que lo han hecho mejor y otros no tan bien, pero no creo que sea adecuado un cambio de gabinete a esta altura del gobierno, no veo la necesidad de que algo así ocurra.